Sorprendera y no a pocos, que alguien comparezca a una Asamblea que se ocupa del estudio de la empresa, con el objeto de hacer una exposicion acerca de la doctrina pontificia sobre la automatizacion y tecnificacion en el proceso productivo industrial: si la sorpresa se limita a la autoridad del expositor, yo mismo acompano a los sorprendidos. Pero, no hay lugar al asombro y el recelo si el motivo de tal animosidad es el de oir que la Iglesia -rectora en lo espiritual- inmiscuye en asuntos temporales. (…)