Introduccion Quien empiece a informarse u observe superficialmente la situacion de la humanidad hoy en dia, tendra necesariamente una primera impresion de gravedad acompanada de un sentimiento de impotencia, y quiza de la inclinacion consiguiente a cruzarse de brazos ante ella. Por su parte, la juventud de hoy, admiradora ferviente de las frases decisivas, de propositos firmes, empieza a conocer de cerca, a enfrentarse a los problemas; pero para darles solucion se deja facilmente encantar de docenas de formulas cuyo contenido es en definitiva ilusorio. (…)