El autor explora el tema de la calidad de vida de una manera profunda y centrada en la dimension humana y particular en lugar de la idea de progreso material que ha sido la principal preocupacion de algunos modelos de desarrollo. La calidad de vida es entendida en este trabajo desde el punto de vista mas amplio de la participacion politica de los ciudadanos, las condiciones sociales de la poblacion y, de cierto modo, reivindica la primacia del humanismo sobre la tecnologia. Sobre este ultimo topico el autor advierte que se hace necesaria una selectiva apropiacion de la tecnologia para establecer cuales modelos y valores culturales entran en conflicto con la realidad Latinoamericana.