El 23 de mayo de 1819, en marcha a El Manteca!, convoco Bolivar a junta de guerra a los jefes del ejercito. Asistieron a ella Soublette, Anzoategui, Briceno Mendez, Carrillo, Iribarren, Rangel, Rook, Plaza y Manrique. En una choza arruinada de la desierta aldea de Setenta, a orillas del Apure, se decidio la invasion de la Nueva Granada. No habia una mesa en aquella choza, ni mas asiento que las calaveras de las reses que para racionar la tropa habia matado, no hacia mucho, una guerrilla realista. Sentados en esas calaveras, que la lluvia y el sol habian blanqueado, iban aquellos jefes a decidir los destinos de la America. No de otro modo se me figura deliberarian Romulo y sus companeros cuando resolvieron trazar los estrechos limites de la ciudad eterna. (…)