La educacion inclusiva se aborda desde una perspectiva que implica entenderla como una reforma en tanto practica de gobierno, es decir, como una accion sobre las acciones de los sujetos y de las formas de vida de la poblacion. El Estado colombiano visibiliza/nominaliza las poblaciones vulnerables para activar su inclusion al sistema escolar, marcando divisiones y restableciendo las fronteras entre lo normal y lo anormal en nuestra sociedad, desde la educacion. De igual manera, se muestra como el gerencialismo educativo ordena, jerarquiza y orienta los discursos/practicas de la educacion inclusiva, desde instrumentos y acciones de planeacion, seguimiento y evaluacion de la calidad, es decir, desde la gestion escolar, lo cual establece cierta racionalidad instrumental normalizadora sobre la inclusion en la escuela. Para el caso colombiano, la normatividad, la estadistica y la guia/cartilla de inclusion, se convierten en instrumentos del Estado que evidencian la gubernamentalidad de la educacion inclusiva, especificamente, sobre los educadores y educadores especiales. Para terminar, se senala la importancia de entender a los educadores especiales como productores de saber pedagogico y sujetos politicos y de la inminencia de pensar sin Estado a la educacion especial para introducir un posicionamiento etico-politico sobre las inclusiones/exclusiones.