La ciudad es hija del pecado. Este recorrido plantea, desde la mitologia hebrea, como la ciudad surge cuando Dios le permite a Cain construir la ciudad; como Abel ha muerto a manos de Cain, por lo tanto, este es el primer asesino y el primer constructor de la ciudad. Luego, si nos trasladamos a la ciudad del presente, esta contiene todo lo bueno y lo malo, tambien todas las posibilidades de realizarse en ella. Se trata, pues, de entender que el caos que puede ser para nosotros la ciudad esta enraizado tanto en el bien como en el mal.