Es a la vez gran privilegio y pesada carga del hombre, animal racional y social, haber sido hecho por Dios guardador de su propio destino y haber sido exhortado por El a contribuir al crecimiento de Su Reino con el uso adecuado de su razon y de su libre voluntad. Como ser racional y social el hombre no puede ejecutar su propio destino personal aisladamente, sino dentro del vital dar y tomar de las relaciones sociales. Sus esfuerzos morales, por consiguiente, deben ir dirigidos hacia el bien individual y social de sus semejantes, tanto como hacia su propio bien personal, de tal manera que el fin de todo esfuerzo individual, moral y social converja hacia la creciente realizacion del bien comun de la Humanidad o de la raza humana como tal. Compartiendo la misma naturaleza y estando destinados para el mismo fin, todos los seres humanos estan unidos por un lazo comun, que establece entre ellos una fraternidad universal. Y, por virtud de su igualdad y comun dependencia de Dios, la causa primera y ultima del Universo creado, todos los hombres estan tambien filialmente unidos bajo la misma paternidad y la naturaleza de su unidad es a la vez fisica, moral y espiritual. (…)