En el liberalismo rawlsiano, para que el ordenamiento politico sea legitimo se requiere del concur- so libre, voluntario e igualitario de los ciudadanos racionales y razonables, entre quienes es posible el consenso sobre los principios de la justicia politica, la cual se aplica a la estructura basica de la sociedad1. Para efectos de lograr sus propositos, Rawls apela a la idea de ciudadania en tanto concepcion politica de la persona, porque la considera como la mas envolvente y neutral para efec- tos de lograr el consenso sobre la concepcion de justicia como imparcialidad, en el marco del pluralismo de cosmovisiones y las desigualdades sociales propias de una sociedad democratica. Se presupone que esta idea abarca a todos los individuos al margen de sus contingencias particulares y es un punto de vista compartido.