Del ano 2013 al 2015, los indigenas Embera desplazados en Bogota, a causa del reconocimiento que el estado les dio por ser sujetos del desplazamiento, estuvieron obligados a encarar dos formas de gubernamentalidad estatal que tuvieron multiples consecuencias en su vida cotidiana. La primera de estas formas de gubernamentalidad se manifesto en una ciudadania multicultural (aqui llamada ciudadania transitoria) la cual, desde el subsidio de vivienda reconocido con albergues en la ciudad, limito diferentes derechos Embera bajo el argumento multicultural de que en la ciudad la cultura y, ellos mismos fisicamente, eran vulnerables. La consecuencia de este discurso, con el que se les permitio dormir en un techo digno, fue la de obligarlos en buena medida a asumir su vida en la ciudad como un transito hacia el retorno a su territorio de origen, desde donde habian salido, sobre todo, huyendo de la violencia. Por otra parte, la segunda forma de gubernamentalidad tuvo que ver con una serie de itinerarios burocraticos que asumian los Embera una vez llegaban a la ciudad. Estos eran recorridos que emprendian por diferentes burocracias de los gobiernos nacional y local con el proposito de exigirle al estado el reconocimiento de sus derechos. En cada uno de estos recorridos se desenmascaraba una forma de violencia estatal (caracteristica del funcionamiento de las burocracias) que, como se puede ver en esta tesis, tenia profundas repercusiones en el dia a dia de los indigenas Embera dentro de la urbe.