Acercarse a la Madre Caridad Brader es contemplar desde el espejo retrovisor la siembra de la semilla del pasado, acariciar los frutos del presente y proyectar el presagio de un futuro de prosperidad y bendicion. Desde sus inicios, su existencia se mostro abierta a la voluntad de Dios en su historia, atenta a su llamado para dar a conocer el amor de Dios al mundo, como su maximo ideal y su sentido; en su obra misionera encontramos a la mujer siempre disponible para lanzarse a lo desconocido con la fuerza de la fe y la confianza en Dios Padre; a la Madre de paz y bien que sembro con amor y esperanza su primera semilla en Tuquerres, de donde broto el frondoso arbol de la congregacion de las Hermanas Franciscanas de Maria Inmaculada.