La produccion y aplicacion de biomasa pirolizada (biocarbon) al suelo, ha sido una herramienta utilizada para el almacenamiento de carbono en ecosistemas terrestres (Khodadad et al., 2011). El biocarbon puede incrementar la fertilidad del suelo mientras reduce el uso de agua y de fertilizantes quimicos. El aumento en la fertilidad del suelo esta relacionado con la capacidad del biocarbon para absorber e intercambiar nutrientes y materia organica, pero tambien con su efecto positivo sobre la abundancia y diversidad de microorganismos (Khodadad et al., 2011). El procesamiento industrial del arroz genera, como material de desecho, toneladas de cascarilla de arroz. Tradicionalmente, la cascarilla se ha empleado en la produccion de alimentos animales y como componente de mezclas de suelo utilizadas en jardineria. Recientemente ha surgido interes en explotarla como materia prima para la produccion de biocarbon, para ello se debe evaluar su potencial para generar los efectos beneficos observados con otros tipos de biocarbones.