Uno de los fenomenos culturales y politicos mas relevantes de los ultimos anos es la emergencia de la memoria como una preocupacion central de la cultura y de la politica de las sociedades occidentales. Ahora, en los contextos latinoamericanos, con pasados violentos traumaticos, asociados a la presencia del terror sistematico del Estado, guerras civiles o conflicto armado interno, la memoria historica se ha construido sobre la base de consensos y luchas, lo que ha dado lugar a erigirla como objeto de disputa y a la vez como premisa para la transicion, consolidacion y profundizacion de la democracia. Las experiencias del Cono Sur sin lugar a dudas dejaron un legado extensivo a otros paises latinoamericanos que posteriormente transitarian hacia gobiernos civiles: la posibilidad de reflexionar y asignar sentidos a los pasados de violencia o represion, es decir, recurrir a la capacidad de pensar y reflexionar politica y socialmente sus experiencias represivas para con ello contribuir al desarrollo y profundizacion de la democracia, asi como tambien para la (re) construccion de identidades individuales y colectivas.