El periodo colonial en la hispanidad fue en materia social imperativamente jerarquico. Las elites tenian por obligacion demarcar las diferencias y asi legitimar su poder y autoridad frente a las otras castas, sosteniendo asi el statu quo que le era propicio para mantenerse en la cumbre de la sociedad. Entonces, eran estos los que tenian el poder de delimitar la pulsion de la sociedad, definiendo y objetivando todo su entorno, yendo inclusive en detrimento de los desiguales. De esa manera, la elite de la hispanidad se legitimo y se definio a si misma en el menoscabo de los indigenas, los mestizos, los zambos y sobre todo, de los negros, que estaban sometidos a la esclavitud y al servicio de las mismas. Ahora bien, el mecanismo a traves del que se demarco dicho ideal de sociedad fue el discurso, en los que la dominacion se daba con el lenguaje y no solo con las armas, grillos o cadenas. Esta demarcacion fue discriminatoria en tal medida que se convirtio al negro en “algo”, en “cosa”, del cual se podia manipular, maltratar y explotar; en definitiva, fue en la cosificacion del negro donde se legitimo la diferencia, la supremacia y la autoridad para dominar y relegar al negro por debajo de la esfera social. Asi, este no era una persona, era una sombra negra detras de su amo.