No es posible la convivencia pacifica solo mediante procesos que se limitan a la entrega de armas. La convivencia ciudadana se construye cada dia sobre la base del reconocimiento de los otros como personas, iguales en dignidad, sujetos de derechos y deberes, de respeto y tolerancia. Ser ciudadano implica una conciencia en la que, sin desconocer que somos sujetos de intereses particulares, somos ante todo parte de una sociedad, con responsabilidades colectivas y publicas.