La restauracion ecologica requiere de un compromiso a largo plazo y que toma decadas para mostrar los resultados esperados (Rey Benayas et al. 2009, Moreno-Mateos et al. 2012). La restauracion ecologica conlleva un alto nivel de incertidumbre producto de la compleja naturaleza socioecologica de los proyectos, del entorno biofisico y de la naturaleza experimental de metodologias aun en desarrollo. Por anadidura, es una actividad costosa que puede ascender a varias decenas de miles de dolares por hectarea (e.g., Erskine 2002), especialmente cuando se requieren obras de ingenieria. Esta combinacion de incertidumbre, largo plazo y alto costo le confiere a la restauracion ecologica un alto nivel de riesgo, lo cual puede interferir con el apoyo del publico y los donantes. Una forma de asegurar este apoyo es demostrando la eficiencia, efectividad e impacto de los proyectos, lo cual se logra con un programa de monitoreo. El monitoreo brinda transparencia y claridad en la rendicion de cuentas y asi genera confianza sobre el proyecto y su administracion entre donantes y otros actores (Crawford y Bryce 2003).