En las ultimas decadas, la naturaleza y el alcance de los territorios –en particular en las ciudades– se han transformado aceleradamente. La introduccion de las perspectivas del desarrollo economico y del desarrollo humano sustentable ha dado lugar a una fuerte tendencia para que los territorios urbanos sean los principales jugadores de un escenario cada vez mas global. Este escenario se ha visto acelerado por la masificacion de las tecnologias de informacion y telecomunicacion, una mayor tendencia a la liberalizacion del comercio, las menores restricciones a los flujos de capital, asi como la localizacion de multinacionales con plantas globales. En este contexto, las ciudades se consolidan como un sistema interactivo e integrado a una red global, que se relacionan con sus pares, compiten por conseguir recursos y buscan posicionarse en el escenario mundial como un nodo atractivo.En consecuencia, la competencia desde los ambitos subnacionales por crear condiciones atractivas para la atraccion de inversiones ha demandado el diseno de estrategias, por parte de las areas metropolitanas, que les permitan un reconocimiento global gracias al desarrollo de una serie de ventajas diferenciadoras. El argumento detras de la busqueda de un posicionamiento como un lugar atractivo para la inversion, es que esta impulsara una serie de dinamicas en el territorio, tales como la generacion de nuevos empleos; mayores niveles de transferencia de conocimiento; desarrollo de nuevas tecnologias; formacion de capital humano calificado; fortalecimiento del sector productivo local –como consecuencia de los encadenamientos que las nuevas inversiones productivas generan–; incremento de la orientacion a mercados externos –via exportaciones–; desarrollo del sector servicios; asi como mayores recaudos tributarios para el territorio que, en ultima instancia, serviran para apalancar la provision de bienes y servicios publicos por parte de los gobiernos locales.