La ciudad es un proyecto colectivo orientado a mejorar el bienestar general de la poblacion. Los agentes que intervienen en la estructuracion residencial tienen una inclinacion a enriquecerse sin justa causa. Cuando no existen acciones colectivas que controlen y regulen esta inclinacion, la ciudad se convierte en instrumento para distribuir en forma inequitativa la riqueza que emana de la urbanizacion. Este escrito propone un enfoque no convencional de la estructuracion residencial como lugar de transferencia de riquezas, en el que las instituciones preceden a los mercados residenciales.