Las restricciones del Estado nacional son directamente proporcionales al desarrollo de la produccion que de alguna manera afecta las politicas para responder a las necesidades de eficacia. El Estado, en su nueva gestion descentralizada, que ha de considerar la competencia economica en funcion de la eficiencia, como criterio que el sector publico debe tomar en cuenta. Definir y respetar los objetivos eticos en la competencia socioeconomica entre el Estado y la globalidad, reforzara la convivencia en nuestra sociedad. Esta, podria ser una de las maneras de adaptar al Estado a su papel en la posmodernidad y en el proceso de interconexion mundial, en el que este modifica su capacidad de determinar su propio destino en aras de los nuevos poderes globales. Para contrarrestar esta situacion, el Estado, a traves de sus politicas educativas, tendria que fortalecer los poderes locales. Su respuesta debe atender un sistema de valores en una estructura curricular transversal, que permita la incorporacion de la poblacion educativa a las realidades globales, sin perder los valores nacionales.