Este escrito se centra en la relacion oir-comprender que atraviesa la pro puesta hermeneutica de H.-G. Gadamer. Inspirado en que la poesia solo es comprendida al ser oida por el oido interno, se quiere mostrar que, del mismo modo, toda experiencia comprensiva demanda del interprete una suerte de oido hermeneutico. Es gracias a este sentido que el interprete logra ponerse en dialogo con lo que quiere comprender y hacer justicia a la pretension de sentido que alli se alberga.