La doctrina sobre la imago Dei , en el pensamiento de San Agustin, es determinante para entender su desarrollo intelectual y personal, asi como para comprender el despliegue antropologico y teologico posterior. Esta doctrina atraviesa todo su pensamiento, pero tiene su mayor despliegue en el tratado del De Trinitate . La meditacion de Agustin sobre el ser humano se guia por la comprension que el cristianismo ha tenido del hombre como imago Dei a partir de las palabras del Hacedor en el relato de la creacion: “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” (Gn 1, 26) . El santo emprende la tarea de aclarar la doctrina de la imago Dei , puesto que hay grandes abismos en la comprension catolica del hombre como imagen de la Trinidad. El hiponense anhela restituir la imagen de Dios en el hombre como meta de su doctrina de la imago . Lo que ahora emprenderemos es una reflexion sobre dicha doctrina, mostrando como es posible desarrollar una concepcion antropologica completa a partir de esta meditacion agustiniana. Como consecuencias antropologicas de esta doctrina se exponen la inadecuatio del hombre consigo mismo y la ipseidad propia de la imago Dei .