Despues de treinta anos de docencia, el autor de este articulo se pregunta sobre el sentido de la reflexion teologica. Tras admitir el valor de las tres consideraciones basicas –la teologia fundamental como fides quaerens intellectum, la teologiasabiduria como reflexion (que proporciona un codigo interpretativo para el discernimiento del ser cristiano en el mundo) y la teologia como praxis para la transformacion liberadora en funcion del Reino en un mundo de opresion y pecado–, privilegia estas dos ultimas en la situacion actual de ateismo y deshumanizacion.