La induccion de la mayor cantidad de raices en plantulas de tomate es fundamental en la etapa postrasplante, ya que de estas depende la adecuada absorcion de agua y nutrientes para su posterior desarrollo. El estres hidrico puede generar un crecimiento radicular, ya que la raiz debe buscar agua. Con el fin de lograr este crecimiento, se sometieron plantulas de tomate a un deficit hidrico. El diseno fue completamente al azar con 10 tratamientos y 5 repeticiones; los tratamientos consistieron en la aplicacion de 10 laminas de riego (0,2; 0,4; 0,6; 0,8; 1,0; 1,2; 1,4; 1,6; 1,8 y 2,0 de la evaporacion medida en un tanque evaporimetro instalado dentro del invernadero) durante los 5 dias previos al trasplante. Se trasplantaron 40 d despues de la siembra y se evaluaron un mes despues. No se presentaron diferencias significativas en el peso seco de hojas, tallos y raices. Las diferentes laminas de agua no afectaron el peso fresco de hojas y tallos, el area foliar, la distribucion de fitomasa seca, la relacion raiz/parte aerea ni la altura final de las plantas. Se obtuvieron diferencias significativas en la longitud y en el peso fresco de la raiz; en ambos casos el mejor tratamiento fue el coeficiente 1,6 de la evaporacion. La lamina con menor respuesta fue la de 0,2. Una lamina de riego de 1,6 de la evaporacion genera plantulas con sistemas radiculares adecuados.