La salud mental puede interpretarse como la capacidad de las personas y de los grupos para interactuar entre si y con el medio ambiente; un modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso optimo de las potencialidades psicologicas, ya sea cognitivas, afectivas o relacionales; asi mismo, como el logro de metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien comun (1). Una parte de la salud mental se refleja en el consumo de sustancias psicoactivas, tabaco y alcohol. Segun estimaciones del Banco Mundial los trastornos mentales representan aproximadamente el 9 % de todas las perdidas economicas debidas a enfermedades y el 15 % de la carga global de la enfermedad (2). Adicionalmente surgen otras manifestaciones a las cuales es necesario hacer referencia: los costos imposibles de calcular de un sinnumero de vidas desaparecidas en situaciones generadas por la produccion, trafico, distribucion y consumo se sustancias ilegales con fuertes implicaciones dentro de la estabilidad politica y social de los paises.