Este articulo denuncia y expone las falacias de la teoria dialogica de Habermas como una formula para aniquilar el conflicto y la diferencia como constituciones esenciales de lo politico, y regresar por la puerta de atras a una imposicion ciega de la razon como el nombre disfrazado del liberalismo occidental. Se demostrara que la sintesis entre el liberalismo y la democracia; y el poder constituyente y el constituido, no solo es imposible, sino ademas una maniobra ideologica que conduce a la homogeneizacion y la desaparicion de la politica. El proposito sera entonces definir que la instancia de lo politico y de la subjetividad politica solamente se puede encontrar en una teoria politica y normativa que desate estos nudos y que se tomen la democracia en su valor mas radical y preciso.