Existen imaginarios arraigados que menosprecian el valor de la espiritualidad, la reducen al ambito de la religiosidad popular y la inscriben en las esferas de la metafisica, o la refieren a eventos desarticulados de la vida cotidiana. Al tiempo, persiste una inquietud profunda, una busqueda de infinito, una sed de felicidad, que se expresan de multiples maneras. La espiritualidad es la vida misma que fluye y acontece desde Dios. Este articulo propone una reflexion acerca de la espiritualidad hoy, a partir de un recorrido historico, antropologico y biblico, y abre desde alli nuevas construcciones en torno de la relacion entre espiritualidad y teologia.