Este articulo presenta la reflexion de un docente de pregrado en musica en torno de la legitimidad de los productos del quehacer artistico de los docentes como produccion academica. La exposicion se organiza en relacion con cuatro puntos de observacion: 1. Produccion estetica –mision de la universidad 2. Dimensiones en que incide la experiencia del arte 3. Los discursos en torno de lo que es arte 4. Relaciones de conocimiento en y a cerca de la experiencia del arte. En las conclusiones se manifiesta la necesidad de cooperar con las instituciones de educacion basica para incrementar calidad y cobertura de la educacion para las artes y los Ministerios de Cultura y Educacion para establecer el peso que ha de concederse a “la obra” en las ponderaciones de la productividad academica.