Iberoarnerica permanecio largo tiempo, demasiado, como un continente sin descubrir para Alemania en el aspecto literario. Habia algunas traducciones en los siglos 18 y 19; pero tan interesantes como son estos primeros contactos espirituales, no pasan de ser algo esporadico, tenido en cuenta por una minoria, gotas perdidas en el mar. A partir de la primera guerra mundial, el interes es mas vivo. Desde el punto de vista artistico impresiono especialmente La Voragine de Rivera, sobre todo por las liricas descripciones de la naturaleza, descripciones cuyo efecto depende en alto grado de una prosa ritmica, extraordinariamente bien imitada en la traduccion de Neuendorff.