a o meramente intelectual de estos elementos. De esta manera, todo intento de designaruno de ellos como algo que fundamenta explicativamente a los demas esta destinado al fracaso. No se trata, por supuesto, de identificar particularidades empiricas de los usos linguisticos. La exigencia de contextualizacion se limita a situar los analisis realizados en lo concreto, para no incurrir inadvertidamente en generalidades y trasposiciones injustificadas. Desde esta perspectiva, desprecio de los filosofos por 10 particular es denunciado en varios lugares como el rechazo del unico recurso que permitiria adelantar la unica tarea que Wittgenstein admite como propia de la filosofia y radicalmente distinta de la de las ciencias y la de otras teonas. La generalidad explicativa que habitualmente se considera caracteristica de la filosofia yen razon de la cual toda otra actividad conceptual debe estar subordinada a ella, es mas bien el signo inconfundible de que se ha comprendido a simisma como ciencia. Los esfuerzos de Wittgenstein por romper con los paradigmas y metodos de la estan dirigidos a recuperar para ella un ambito propio. Segun esto, la comprension de la adecuada relacion entre filosofia y no puede detenninarse de maneraexterna, ymenos aundesde la aparentesuperioridad teorica de la filosofia. Por el contrario, la mas urgente tarea del filosofo es utilizar los recursos que le brinda el analisis conceptual para identificar 7 La clara distincion entre lo concreto y lo empirico es de crucial importancia para la comprension de la aplicacion de conceptos en Wittgenstein. El presunto escepticismo de la presentado por Kripke se basa precisamente en confundiraplicaciones concretas con aplicaciones empiricas de una regla; solo en el segundo caso seria preciso disponer de una regla diferente para cada instancia en particular. El mismo problema parece afectar la exposicion que hace Tugendhat de la propuesta filosofica de Wittgenstein, cuando se refiere a ella como a una investigacion empirica, si bien de tipo especial. Nos. 87-88 ABRIL 1992 17 aquellos aspectos de su propio quehacer que inadvertidamente incorporan paradigmas cientificos de conocimiento y explicacion. Renunciar a la filosofia como ciencia estricta no implica, sin embargo, llegar a los extremos en que incurren en la actualidad buena parte de las criticas que se dirigen a la historia del pensamiento. Wittgenstein senala en repetidas ocasiones que los juegos no son racionales ni irracionales, pues los criterios mediante los cuales se establecen tales calificativos son siempre posteriores a los juegos donde tendria sentido la distincion. Si bien no podemos aspirar a la fundamentacion ultima, pues esta implicaria un lugar anterior al lenguaje, quizas no sea tampoco esta la fmalidad que debe orientar nuestras busquedas. La aclaracion de los conceptos no los explica; suministra en cambio una comprension diferente qu~ nos impide caer en las falsas analogias y mitologias ocultas en el lenguaje. Recoge una variedad de procedimientos, practicas ycriterios que, con base en las diferencias y no en las similitudes, hace justicia a la complejidad de las interrelaciones que efectivamente se dan. La critica del lenguaje elimina los problemas filosoficos, pero no porque ofrezca una solucion teo~ca inedita y maravillosa, sino porque resulta imposible, una vez aclarados los conceptos pertinentes, fonnular el problema de manera significativa. El ejercicio de aclaracion exigido porella quizas no satisfaga las pretensiones sistemicas y universalistas de los filosofos, pero tal vez si conduzca a lo que debiera ser su finalidad ultima: acceder a una comprension que efectivamente modifique una vision del mundo mas libre de preconcepciones y prejuicios.