En los procesos de exploracion cientifica y en las operaciones probatorias del saber empirico, los argumentos formalmente defectuosos han puesto de presente su insoslayable utilidad. Las falacias de la contraria y de la reciproca, digamos por caso, que son entes bastardos en el espacio pulquerri- mo de las formulas bien formadas (f.b.f.), en la gleba de las invenciones y descubrimientos practicos son mucho mas aprovechables que sus correlatos impecables, los modos ponendo ponens y tollendo tollens de la preceptiva proposicional. La explicacion del fenomeno es sencilla: los modos imperfec- tos operan como inferencias estocasticas y borrosas, en tanto que las matrices tautologicas modelan desarrollos demostrativos. Indagar una causa o prospectar un resultado es con frecuencia asunto de calculo probabilistico antes que infalible desenvolvimiento de implicaciones deductivas. El trabajo que el lector tiene entre sus manos es un compendio de aplicaciones de formulas imperfectas al espa- cio de las probanzas empiricas.