De uso comun en los estudios del habitar y la teoria politica, el concepto de calidad de vida se posiciona con mas fuerza cada dia. Sin embargo, a medida que se amplian sus rangos de utilizacion, este parece vaciarse en su contenido real hasta el punto de convertirse en el cliche mas apropiado para hacer proselitismo politico. A traves de este articulo se propone un recorrido en el que la calidad de vida se vincula con la felicidad, su relacion con las virtudes publicas o privadas, su papel en el mundo del consumo y las ciudades globalizadas. Desde una perspectiva eminentemente empirica analitica se muestra los peligros que acarrea el desgaste semantico de un concepto para las formas de interaccion social y las maneras de entender el sentido de comunidad.