La Higiene Mental, bien lo sabemos, es un nombre, pero son varias las formas de concebirla. Si entendemos por higiene mental todo esfuerzo organizado socialmente para influir en las estructuras mentales de los individuos y de la sociedad, debemos admitir que hacen higiene mental las organizaciones religiosas, los partidos politicos, la prensa, la escuela y la propaganda comercial, Asi, no es acertado considerar la higiene mental tal como objeto exclusivo de los especialistas en esta ciencia, ni como una especializacion de la medicina. Es evidente que la medicina, a traves de la psiquiatria, hace un aporte, hoy mas decisivo que nunca, a la higiene mental; pero es tambien evidente que el especialista en higiene mental no puede hacer su aporte sino a condicion de que se situe en una plataforma de entendimiento con los dirigentes de la vida religiosa, de la vida politica y de .las actividades economicas. La higiene mental es ?quien lo duda?, una accion con propositos de cultura y de civilizacion, y como no hay una sola cultura ni una sola civilizacion, no hay tampoco una sola higiene mental.