La propuesta tardia de Wittgenstein presenta una defensa de la manera comun de entender el mundo, en donde no entran las preguntas de corte esceptico, es decir, las preguntas filosoficas (como, por ejemplo, la duda sobre la existencia del mundo, o sobre los sentidos). Este planteamiento se presenta de una manera notoria y parece ser coherente y completo. Sin embargo, surge un problema, y es que las preguntas escepticas se dan en nuestra forma de vida. Este articulo es una manera de admitir la posibilidad de formulacion de dudas de corte esceptico sin que se afecte el sistema que propone Wittgenstein. El objetivo es introducir la posibilidad de hacer algo que, en efecto, es posible hacer.