Alfred Hitchcock dejo un legado estetico para las generaciones posclasicas. Su manierismo revisor del relato y la representacion clasica, su virtuosismo visual tan espejeante como vacio, acentuaron el suspenso como una manera de involucrar al espectador. Este ensayo propone una relectura de una de sus peliculas claves La ventana indiscreta (1954), desde dos estrategias de su escritura filmica que deconstruyen sutilmente la eficacia simbolica hasta el espejismo del deseo: el fuera-decampo y la mirada rota que escruta fascinada al objeto seductor, justo alli donde el crimen acontece o parece haber acontecido