Muy de manana, de camino a la Universidad Nacional, sede Bogota, la muerte espero al Dr. Constain, luego de tenderle varias celadas, las cuales el eludio con entereza. Inmediatamente la ciencia y la solidaridad se movilizaron para entablar, una vez mas, la lucha por la vida de quien fue psiquiatra, maestro de psicologos, esposo, padre, amigo, ejemplo de hombres. Dedico todas sus fuerzas y capacidades a velar por la salud y los valores de la humanidad.