(Conferencia en el Acto de Homenaje tributado por la Universidad y por la Academia Santo Tomas) Agustin de Tagaste ejercia en el siglo XIII una sin igual influencia de magisterio en el campo abierto del pensamiento medioeval cristiano y humanista, no solo a causa de la luz intensa que irradiaba e irradia perpetuamente su universal prestigio intelectual, sino tambien por razon de la ascendencia predominante de su fecunda vida interior: sus extasis, sus angustias y la sed de lo infinito han embelezado a las almas y las han orientado en su inteligencia y voluntad hacia las alturas de Dios. Esta soberania se justifica facilmente porque San Agustin estructuro una sintesis o armonia entre el conocimiento racional del hombre y la revelacion sobrenatural de Dios, entre el Logos platonico-alejandrino y el Verbum Dei evangelico, entre el Eros griego de la Academia inmortal y la Charis espiritual del apostol San Pablo, entre la Sofrosyne luminosa y serena de inspiracion humana y el Ethos emotivo y sapiente de la sabiduria divina. (…)