Castilla del Pino afirma, que lo que caracteriza a la alienacion es un hecho doble: el hombre que esta alienado a un hombre distinto, alguien que no es el que es, porque no hace lo que le es propio, y, por otra parte, ese hacer es forzoso, impuesto, e impuesto desde afuera. Ahora bien: en la medida en que la alienacion hace al hombre distinto de como quisiera ser y en la medida en que el hacer del hombre es impuesto y por lo tanto impuesto por otro, este hombre alienado se constituye en objeto, mera cosa, para ese otro que le impone la alienacion, esto es, para su explotador.