Este articulo alude a la complicada defensa de puntos de vista extremos sobre el delito politico, a la problematica precision del sentido de este concepto, a su curiosa relacion con el delito comun y a las ironias que enfrentan los debates sobre la criminalidad, si se tienen en cuenta experiencias y contextos cruzados por un conflicto armado de larga duracion. Esta exposicion critica se enfoca principalmente en el caso colombiano, donde, ademas de las dificultades teoricas, esmenester resaltar las que emergen en la opinion publica, en donde no existe un consenso en torno al juicio que merecen los distintos actores del conflicto armado sino que existe un cansancio generalizado ante la guerra. Frente a tal panorama cabe resaltar una tarea por realizar en el campo investigativo, a saber, establecer una criminologia de la guerra, en la que se reflexione sobre la cercania entre la violencia de la guerra y la que es propia de la cuestion penal, para poder establecer, de algun modo, ciertos limites que permitan diferenciar el delincuente comun, verdadero objeto de la criminologia, del delincuente politico.