El amplio panorama cultural que nos muestran la antropologia, la sociologia y la historia con perspectiva de genero, por un lado, y los cambios que estamos viviendo en los significados que atribuimos a lo masculino y lo femenino, por otro, nos han llevado a pensar las identidades de genero en terminos de construccion y procesos, tanto culturales como subjetivos. Sin entrar a discutir las posibles definiciones del termino, entiendo por identidad el hecho de que una persona se reconozca como igual a si misma y diferente a las demas, a pesar de los cambios que experimente a lo largo de su vida. Tal identidad tiene su origen en el reconocimiento de los otros y es corroborada permanentemente por ellos. El psicoanalisis, por su parte, cuestiona la nocion de identidad, ya que tras la aparente unidad de la conciencia encontramos la multiplicidad de pulsiones, deseos y conflictos que hacen al sujeto fragmentado, escindido. Es asi como la unidad del yo y la identidad quedan ubicados para nosotros en el lugar de la apariencia, o de lo imaginario como propone Lacan. Una opcion teorica que he tomado para considerar el tema de la identidad masculina es mirarlo desde la perspectiva de genero.