En el cuarto donde los doctores se cambian, me sentia pequeno alrededor de los colegas de mi papa. Fue muy dificil encontrar una talla perfecta para mi. La „ropa de pijama‟ me quedaba grande, pero con la boquilla y la malla para el pelo me sentia parte de este equipo de cirujanos. Era un dia de semana, pero me encontraba en vacaciones del colegio y mi padre a las dos de la manana entro al cuarto para invitarme a una cesarea en Centro Medico Imbanaco. Era como si me hubieran dicho que nos ibamos de viaje a otro pais. Mi felicidad e intriga eran inmensas.