Una sensacion de desasosiego afecta la conciencia social. En nuestro tiempo, fronterizo entre dos siglos, motejado de banal, insustancial y baldio, al que Robert Musil llama inanimado desierto, todo parece desmoronarse. Lo solido se evapora, lo estable se hace mudable, se vuelve inseguro lo firme. Nada soporta la arremetida de la marea disolvente y apenas queda en pie un punado de certezas. El termino empleado para nombrar la mania desintegradora es deconstruccion. El inelegante barbarismo, como vicio del lenguaje, lo define la Academia Espanola de la Lengua, se ha convertido en el lema de una nueva propaganda. Su mensaje es demoler lo construido hasta ahora y reconstruirlo sobre bases nuevas. Instituciones, organizaciones, formas de gobierno, estructuras economicas y principios morales han de hacerse anicos y saltar por el aire. El hombre sera tambien, como el fabricado en una retorta en el Fausto de Goethe, un objeto de diseno de la ingenieria social. El plan de 'recreacion' humana consiste en la abolicion de las barreras naturales. No hay naturaleza que no quepa traspasar. Toda se fundira y refundira en moldes nuevos, como el herrero el metal, la ingenieria deconstructi.va. El primero en sufrir la invectiva es el cuerpo humano. Se ha rebajado a la condicion de armazon auxiliar que se puede rehacer con la ayuda de las protesis, ha dejado de ser el escenario donde se representa la epopeya de un ser personal, se ha olvidado que es posada terrenal de una persona, se ha omitido que a otra le corresponderia otro, y se pretende recomponer segun las directrices del mito enloquecido de la eterna juventud. Tras el escenario y la posada, parece cerca la hora del protagonista y el inquilino. La ideologia deconstructiva, nostalgica de utopias de mundos felices, postula el desvario de fabricar a capricho al ser humano. Cree, como N ozick, que el supermercado genetico abastece de las piezas para producir hombres a la carta. La excentrica fantasia conjetura que la entrana de cada quien, la persona irrepetible que es cada uno, podra elaborarse a voluntad. Es susceptible, como cualquier maquinaria, de montar y desmontar.