La ensenanza y la postura de la Iglesia ante la vida por nacer es, sobre todo, una afirmacion eminentemente positiva y constructiva: un homenaje a la obra mas grande de la creacion: dar la vida, sacar vida de la nada. El debate contemporaneo y el juicio etico relativo a la despenalizacion del aborto en Colombia se ha convertido, una vez mas, en objeto de discusion publica, y ha adoptado tonos y manifestaciones cada vez mas refinados. Las motivaciones y argumentos en este sentido son abundantes y cada vez mas sofisticados. En el ambito propio del debate sobre bioetica se acuno la palabra antilengua, para senalar un lenguaje que cambia el significado de las palabras. Es el caso de la sustitucion del termino “aborto” por el de “interrupcion voluntaria del embarazo” (IVE). Existe tambien la expresion “interrupcion medica del embarazo” (IME). En estas lineas se intenta considerar brevemente algunas de las causas que favorecen una cultura pro abortista. En ultimo termino, la raiz mas profunda de la asi llamada “cultura de muerte” esta en el eclipse del sentido de Dios y, por lo tanto, en el eclipse del sentido del hombre. La violacion sistematica del derecho a la vida, y de cualquier principio moral fundamental, conduce inevitablemente a una progresiva ofuscacion de la conciencia y al materialismo practico, en el que se alimentan y difunden el individualismo, el utilitarismo y el hedonismo. De este modo, los valores del ser son sustituidos por los del tener, o los del placer. El unico fin que cuenta es el bienestar material, la calidad de vida, interpretada como eficiencia economica, consumismo desenfrenado, rechazo de toda forma de sufrimiento, para terminar instrumentalizando la sexualidad, la convivencia y, en definitiva, la persona humana y la norma moral que permite distinguir entre el bien y el mal. A la luz de estos presupuestos se aborda enseguida el tema del juicio moral sobre la practica del..