La industrializacion de procedimientos que tengan como base –mas especificamente, materia prima– la destruccion de embriones humanos, ya sea producidos ex profeso para ese fin, ya sea sobrantes de las tecnicas de reproduccion asistida, es vista por un sector de la opinion como uno de los medios fundamentales por los que la dignidad de la persona puede verse amenazada en los proximos anos. Para muchos el riesgo se encontraria en la destruccion de cada embrion, posicion que se mantendria desde una postura personalista, y que entiende que en cada acto destructivo se pone en juego un valor personal y, por tanto insustituible. Pero para otros muchos, probablemente para la corriente principal de pensamiento que objeta el puro utilitarismo en esta materia el peligro principal esta en la transformacion de lo humano en algo evidentemente inferior, en un producto dentro del sistema productivo.