Este articulo se plantea, en primer lugar, que la institucion universitaria adquiere hoy un compromiso ineludible con la verdad sobre el hombre, por ser aposento de un humanismo renovado, no reducido a la instrumentalidad cientifica o desprovisto de trascendencia. En segundo lugar, situa la identidad y mision de la universidad catolica que tiene como marca distintiva ser generadora de la experiencia de Jesucristo, camino, verdad y vida; y, en tercer lugar, propone la universidad catolica como lugar del poshumanismo del amor. Ha de estar entre las primeras en cuanto a calidad academica y a eficiencia de sus egresados, pero debe ser la primera en favorecer y transmitir, desde el testimonio la experiencia de Dios manifestada en la construccion de una sociedad de la otredad, la aceptacion de la diferencia, el perdon y el amor