La adopcion del Estatuto de Roma, aparentemente conveniente desde los hechos historicos quelo anteceden, no fue una empresa facil debido al comportamiento ambivalente de los Estadosinvolucrados en su concepcion y ha sido, ademas, gravemente criticada por el desconocimiento ensu concepcion de las garantias penales fundamentales elaboradas durante siglos por la dogmaticapenal. En esta investigacion el autor busca cuestionar si tal proceso de adopcion realmente atiendea fi nes de internacionalizacion de la justicia penal- resaltando su caracterizacion como sistema dederecho penal- o, si lo que busca es usar algunas instituciones del derecho penal como herramientaspara satisfacer la euforia punitiva y proteger el sistema hegemonico que le sirve de sustento.