El cine de accion tiene un publico bastante amplio y siempre ansioso de ver en la pantalla historias, quiza inverosimiles, pero capaces de mantenerlo conectado a la pantalla por unas dos horas. En medio de abundancia de este tipo de peliculas que dependen sobre todo de los efectos especiales por su carencia de trasfondo de valor y del caos de los generos, un hombre, Quentin Tarantino, logro lo que muchos anhelan cuando se dedican al septimo arte: construir una identidad y hacer de cada pieza una obra unica con su toque personal.