En este articulo se realiza una historia de las practicas discursivas y no discursivas de la medicina y del derecho a traves de algunas conductas criminales descritas en el llamado Codigo Penal colombiano de 1890. Conductas como abusos deshonestos, fuerzas y violencias, por un lado, y abortos e infanticidios, por otro lado, hacen visible tanto el discurso legal como el medico-legal. El estudio de estos expedientes permitio entender que en las decisiones judiciales la moral no fue determinante; que los dictamenes periciales medicos casi siempre se practicaron, pero en muchas ocasiones fueron objetados por falta de cientificidad y que las decisiones, en relacion con estos delitos, fueron tomadas conforme a la rigurosidad del enjuiciamiento criminal, hecho que explica, en parte, esa serie de sobreseimientos que se observa en los tramites y que en ocasiones parecen arbitrarios.