Pensar los asentamientos humanos informales, remite a valorar las potencialidades de sus habitantes desde dos componentes: el economico, por ser expresion de iniquidad en la distribucion de recursos y, el social, por tener rostro humano que expresa necesidades individuales y colectivas. El valor de la participacion radica en la posibilidad que otorga a los habitantes de estos territorios para que lo dinamicen, lo gestionen, lo apropien, de igual forma les permite ser visibilizados por el mismo Estado y sociedad en su conjunto. Aqui el reto para las politicas de Estado y las ciencias sociales como puentes viabilizadores de la planeacion local participativa, en la interlocucion Estado-sociedad civil-instituciones, fundamentada en el enfoque de desarrollo humano integral.