En este ensayo quiero tratar un tema complicado, preocupante y de pertinente afliccion: la educacion, particularmente el sentido contemporaneo de la misma. El mundo ahora gira al reves, ademas lo hace rapidamente y la aldea global de consumo trae consigo un cambio en los significantes ideales de la cultura del momento, hecho que nos induce de manera inescrupulosa en una nueva moral: la moral del “tener” para “ser”. Asi, quiero construir mi mirada en sentido critico. Segun Adorno (1969), “el critico cultural habla como si fuera representante de una intacta naturaleza o de un superior estadio historico; sin embargo, el mismo participa necesariamente de esa entidad por encima de la cual se imagina egregiamente levantado” (p. 205). Quiero declarar que mi posicion no es producto de altivez o pretensiones sublevadas, sino mas bien, una postura de intranquilidad ante la situacion-problema. Como producto de un ejercicio de investigacion, presentare datos estadisticos (Guzman Ruiz, Duran Muriel, Franco Gallego, Castano Velez, Gallon Gomez, Gomez Portilla, y Vasquez Velasquez, 2009) que aportan luces sobre un fenomeno social que se viene presentando en diferentes paises de Latinoamerica y que a su vez, tambien son motivo de curiosidad en mis adentros, y espero, ulteriormente en ustedes suceda lo mismo. En fin, voy a hablar sobre el sentido y significado del joven. Este concepto me sirvio, como la instrumentacion universitaria, para generar hipoteticas ideas de alumbramiento a una situacion que tiene a mi generacion en el naufragio mayusculo de la realizacion personal.