El dia 6 de marzo del presente ano, en las horas de la tarde, fui llamado con urgencia a visitar un caballo de fina sangre inglesa que se hallaba enfermo. Al llegar solicite los datos y me dieron los siguientes: desde hace algunos dias se ha notado que el caballo camina con dificultad, ha estado como rigido, le cuesta mucho trabajo ponerse de pie, hace un rato se echo y fue mucha la brega .que tuvimos para ver de hacerlo parar y ahora no afirma la gata izquierda. Entre en la pesebrera, y alli pude observar que el animal conservaba toda su vitalidad y que sus apoyos eran normales. Le tome la temperatura, .el pulso y las respiraciones y las halle normales. Ordene lo hicieran caminar, lo cual rehusaba el enfermo, hasta tal punto que fue necesario amenazarlo para hacerlo mover. Cuando comenzo a caminar trabajosamente, note que el casco del miembro posterior izquierdo rozaba el suelo con sus pinzas. Observando detenida y cuidadasomente los movimientos, pude comprobar que ellos no eran normales; cuando adelantaba el miembro este no se flejaba por el corvejon, es decir, por el angulo tibio-metatarsiano; por esto el casco se arrastraba en la forma ya descrita. A tiempo del apoyo vi que la articulacion metatarso-falangeana no extendia y, por lo tanto, ese apoyo se hacia en la cara anterior del menudillo. Tal posicion se conservaba hasta que se hacia retrocerder el animal o hasta que un ayudante le colocaba el pie en posicion normal.
Tópico:
Veterinary Equine Medical Research
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FuenteRevista de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia