Helena, bajo el impulso de Afrodita, abandona a su marido Menelao y se deja raptar por el principe troyano Paris-Alejandro. El rapto desencadena la guerra, causa la ruina de Troya y muchlsimas desgracias a los vencedores griegos. Seria demasiado larga la enumeraci6n de todos los veredictos sobre la conducta de Helena que se pronuncian a traves de los siglos en las obras de la literatura griega. Se puede solamente resaltar dos juicios opuestos: el uno, indulgente, de Homero, y el otro, condenatorio, de Esquilo. Aunque la Helena homerica esta arrepentida de su infidelidad que ha causado innumerables desgracias a los griegos y los troyanos, sin embargo su responsabilidad es muy limitada: ha obrado bajo el influjo de Afrodita, cumpliendo los designios de los dioses; por consiguiente, no la culpa durante la guerra Priamo, el rey de Troya, ni despues de la guerra, Menelao, su marido enganado.